divendres, 16 d’abril del 2010

La niña princesa


Había una vez una niña que se llamaba Linda, ella siempre quería ser princesa.

Un día se fue a la cama y Linda le dijo a su madre:

  • Mamá, ¿algún día seré princesa?
Su madre le dijo:

  • Pues yo creo que sí.
Entonces la niña se fue a la cama pensando que algún día sería princesa.

La niña soñó que fue a un castillo, donde estaban todas las princesas, entonces había un cura que era el que mandaba, le puso un poco de agua en la cabeza, salieron unas princesas y la llevaron a su habitación de princesa todo de color de rosa, porque a la niña le gustaba mucho el rosa. Estaban todas las princesas que le gustaban a la niña, Blancanieves, Cenicienta… todas las princesas y Linda, se pusieron muchas ropas y Linda, casi todo rosa, también se bañaron en una jacuzzi (estaba calentita, se pintaron la cara, se peinaron… Pero lo que más le gustó fueron los bailes de allí, como el moderno. También bailaron uno de príncipes y princesas. Luego fueron a dar un paseo por allí, el parque fue lo que más le gustó porque era brillante y rosa pomposa. Luego se fue a la cama de princesas que también era rosa y pomposa. En la cama Linda dormía mejor que en su cama de corazones lilas.

La cama rosa y pomposa era suave y muy cómoda, ¡era la cama ás suave, rosa, pomposa y cómoda…!

Entonces escuchó de fondo, la voz de su madre y era que se tenía que levantar, entonces cuando Linda se despertó, tuvo un poco de rabia, porque se dio cuenta de que era un sueño, pero su madre le alegró mucho el día porque era sábado y se iban a comprar un dormitorio nuevo, entonces la niña aprovechó y le explicó a su madre que había tenido un sueño maravilloso, donde tenía una cama suave, rosa y pomposa. Entonces su madre le dijo que su sueño se le haría realidad, porque se lo iba a comprar igual que el sueño.