divendres, 16 d’abril del 2010

El cocodrilo sin dientes.




Había una vez un cocodrilo que no tenía dientes. El cocodrilo se llamaba Lucas y vivía en el río Amazonas. Siempre estaba triste porque los otros cocodrilos se reían de él por no tener dientes y no poder cazar como ellos.
Un día, un hipopótamo que pasaba por allí le preguntó a Lucas que por qué no tenía dentadura. Lucas le contestó que nunca le salió y por eso no podía comer carne. Sólo bebía agua y comía renacuajos y mosquitos. Entonces el hipopótamo entendió por qué se reían de él los otros cocodrilos.
De repente, al hipopótamo se le ocurrió una idea: llevarlo al dentista. En la otra orilla del río vivía una rana dentista muy famosa. A Lucas le gustó la idea y salió del agua y se fue con el hipopótamo a la consulta del dentista. Cuando llegaron vieron que en la sala de espera había muchos animales. A algunos les dolían las muelas y otros esperaban para que les empastaran algún diente.
La rana dentista llamó a Lucas para que entrase a la consulta. Entonces Lucas le explicó su problema y la rana le dijo contenta:

  • Eso no es un problema, yo te puedo hacer una dentadura postiza.
A Lucas se le iluminó la cara y le dijo:

  • ¡Bien, hazme una dentadura de cocodrilo y pónmela ya!
Cuando Lucas salió de la consulta sonrió y todos los animales que esperaban en la sala vieron sus nuevos dientes que eran blancos, pequeños y afilados.
A partir de aquel día Lucas empezó a comer carne y nunca más los cocodrilos se rieron de él.
FIN