divendres, 16 d’abril del 2010

La hormiga Farula y el escarabajo Miguelón.


En un pueblecito que estaba en las montañas de California, había un puesto de correos que lo regentaba una hormiga, llamada Farula. Mientras miraba los paquetes que había recibido, echó la saca de correos donde venía la correspondencia y se puso muy nerviosa, iba de un lado para otro y dijo de pronto:

-¡Eureka! Ya sé quién irá a buscar la saca, irá Miguelón, pero con una condición, si me la trae sin abrir las cartas le regalaré una moto que le servirá para subir la montaña en un futuro. Y así fue, y se fue a buscar la saca, pero como era muy curioso no pudo resistir la tentación y se puso a leer todas las cartas de los vecinos y se armó un gran revuelo en todo el pueblo porque todas las cartas estaban abiertas. Así que la hormiga Farula se enfadó mucho y castigó al escarabajo Miguelón que se quedó sin moto para siempre, porque la correspondencia es sagrada y nunca se deben abrir las cartas que van dirigidas a otra persona y colorín colorado este cuento se ha acabado.